Julee Tate

Prof. Avelar

Informe V

El comentario siguiente es en torno a la obra de J.L. Austin, How to Do Things with Words.

Austin propone que las palabras tienen una función más alla de lo meramente informativo o descriptivo.  Nos sugiere que las palabras también tienen un aspecto “performativo” (perdona el anglicismo y los que siguen).  Da como ejemplos “I do” (las palabras recitadas en la ceremonia del matrimonio cristiano); “I name this ship x” (las palabras proclamadas al bautismo de un barco); “I give…” (las palabras encontradas en un testamento); y “I bet…” (las palabras que establecen una apuesta) (5).  Según Austin, todas estas frases tienen en común que no se limiten a una función descriptiva, sino que desempeñan una acción:  “In these examples it seems clear that to utter the sentence (in, of course, the appropriate circumstances) is not to describe my doing of what I should be said in so uttering to be doing or to state that I am doing it:  it is to do it… To name the ship is to say (in the appropriate circumstances) the words ‘I name, &c’.  When I say, before the registrar or alter, &c., ‘I do’, I am not reporting on a marriage:  I am indulging in it (6).”  Austin llama estas frases performativas, performatives, para enfatizar la acción inherente en ciertas palabras:  “The name is derived, of course, from ‘perform’, the usual verb with the noun ‘action’:  it indicates that the issuing of the utterance is the performing of an action (6)”.

Austin explica que las frases descriptivas generalmente pueden ser categorizadas como verdaderas o falsas, pero clasifica las frases performativas como felices o infelices (“happy or unhappy”), según el resultado de la acción (14).  Es decir, si el acto que intenta las palabras se cumple, es un performativo feliz; en cambio, si no se cumple o no se cumple según la fórmula establecida, es un performativo infeliz.  Si un performativo es infeliz es porque ha sido un misfire o abuse (16); según Austin, un misfire ocurre cuando el acto no se cumple porque el procedimiento no ha sido respetado; en cambio un abuso ocurre cuando el acto sí se cumple a pesar de que el procedimiento no fue respetado (16).  Austin nos dice que los misfires pueden ser clasificados como misinvocations (porque el procedimiento no existe o porque no se ha cumplido con los requisitos de cierto procedimiento) o misapplications (porque el procedimiento existe pero no aplica a la situación dada).  Nos dice que los abusos se pueden clasificar como misexecutions; en esta situación el acto es trabado por un error en la ceremonia o ritual (17). 

Austin nos dice que un tipo de performativo es el illocutionary act y lo define así: “... informing, ordering, warning, undertaking, &c., i.e. utterances which have a certain conventional force (108)”.  También explica las razones por las cuales un illocutionary act sería infeliz:  primero, si un efecto no resulta de la ceremonia o ritual porque los receptores de la información no entendieron la declaración:  “Unless a certain effect is achieved, the illocutionary act will not have been happily, successfully performed… Generally the effect amounts to bringing about the understanding of the meaning of the force of the locution.  So the performance of an illocutionary act involves the securing of uptake (115-116).”  Es decir, el receptor de un illocutionary act tiene que entenderlo para que el acto sea feliz.  Otra condición que Austin establece para la felicidad de este tipo de performativo es que los receptores de tales actos hayan aceptado el hablante como una autoridad y también la ceremonia o el ritual como legítimo o oficial.  En el caso en que estas condiciones no son cumplidas, el performativo es infeliz, o inválido.